miércoles, 24 de abril de 2013

Manifiesto por la Lectura, 2013

Cartel de Acceso a la Biblioteca, obra de Sofía Grandía
Hoy, 23 de abril, celebramos como cada año el Día del Libro, recordando que tal día como hoy, en 1616, fallecieron tres importantes figuras de la literatura universal: Miguel de Cervantes, William Shakespeare y el Inca Garcilaso de la Vega.
¿Y por qué seguimos haciéndolo? Ahora más que nunca parece una necesidad reivindicar el valor de la lectura, vista como algo casi raro y minoritario. Y sin embargo, el placer que produce coger un libro ente las manos y sumergirnos en una historia de ficción o en un poema es difícilmente superable.
Como dijo Mario Vargas Llosa en su discurso de recogida del Premio Nobel, aprender a leer es la cosa más importante que te puede pasar en la vida: "traducir las palabras de los libros en imágenes" enriquece la vida "rompiendo las barreras del tiempo y del espacio y pemitiéndote viajar " a la vez que descubre nuevas historias contadas. "La literatura convierte el sueño en vida y la vida en sueño" y pone al alcance de cualquier persona el universo de la literatura.
Además, la función social de la literatura es una cuestión que no podemos olvidar, pues que gracias a ella, "a las conciencias que formó, a los deseos y anhelos que inspiró, al desencanto de lo real con que nos volvemos del viaje a una bella fantasía, la civilización es ahora menos cruel que cuando los contadores de cuentos comenzaron a humanizar la vida con sus fábulas.Seríamos peores de lo que somos sin los buenos libros que leímos, más conformistas, menos inquietos e insumisos y el espíritu crítico, motor del progreso, ni siquiera existiría. Igual que escribir, leer es protestar contra las insuficiencias de la vida".
Quienes dudan de que la literatura, además de su función principal de producir belleza y placer estético, tiene un poder mucho mayor sobre las personas, se puede preguntar por qué en los países privado de libertad, lo primero que se cuestiona, controla y censura es la literatura: Lo hacen porque es arriesgado dejar que la imaginación discurra por los libros, que los lectores piensen y se planteen otros mundos posibles. "Lo quiera o no, lo sepan o no, los fabuladores, al inventar historias, propagan la insatisfacción, mostrando que el mundo está mal hecho, que la vida de la fantasía es más rica que la de la rutina cotidiana".
Por eso tenemos que seguir leyendo, viviendo innumerables vidas y experiencias que nos enriquecerán como personas, que nos harán pensar, cuestionar la realidad y, por tanto, libres. Tenemos la posibilidad de acceder a universos inimaginados en el universo de la literatura, por lo que no podemos afirmar que no nos gusta leer si no hemos leído lo suficiente. El libro que nos enganchará a la lectura está ahí, esperando a que abramos sus páginas y nos dejemos llevar... Y ese momento cambiará nuestras vidas, para siempre.
¡Feliz día del libro!

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